Duquesa de Polignac, una amiga divertida

Duquesa de Polignac, una amiga divertida

Duquesa de Polignac, la inspiración de nuestro modelo más alegre

No es un misterio que cada uno de nuestros pañuelos está inspirado en un personaje de relevancia de la corte de Versalles en los tiempos de María Antonieta y Luis XVI. La musa de nuestro modelo más festivo no podía ser otra que la Duquesa de Polignac, amiga íntima de María Antonieta y un personaje controvertido que pasó a los libros de historia. 

Una mujer bella de carisma arrollador

Basándose en registros de la época y en sus numerosos retratos, Yolande Martine Gabrielle de Polastron fue una mujer de rasgos delicados, abundante pelo negro, nariz pequeña y ojos violeta. Su belleza llamaba la atención y pronto la convirtió en un icono de moda. 

A los dieciséis años se casó con Jules François Armand, conde de Polignac y marqués de Mancini, el 7 de julio de 1767. A pesar de que tanto la familia de Yolande como la del conde compartían linaje e importancia, las dos se encontraban en estrecheces económicas y su marido trabajaba como soldado.

Yolande en Versalles

Fue invitada a la corte de Versalles por su cuñada, Diane de Polignac, y acudió junto a su marido a una recepción en la Sala de los Espejos en 1775. Ahí conoció a María Antonieta, que quedó maravillada con ella, e insistió en que el matrimonio se mudara a vivir a Versalles.

Vivir en la corte resultaba muy costoso, así que María Antonieta acomodó un nuevo cargo para su marido, asignó una alta cifra para la Duquesa y favoreció a toda la familia con atenciones y regalos. 

Carismática y hermosa, Gabrielle se convirtió en líder indiscutible del exclusivo círculo de la reina, asegurándose de que nadie pudiese acceder al mismo sin su autorización y siendo considerada por muchas de sus amistades como una mujer elegante, sofisticada, encantadora y divertida.

Envidias y suspicacias​

Este trato preferente por parte de la Reina molestó a otros cortesanos, en especial al conde de Mercy, confesor y allegado de la reina, que en una carta dirigida a la emperatriz María Teresa de Austria, madre de María Antonieta, hizo notar cuán notorio era el poco tiempo que le había tomado a la Duquesa de Polignac disfrutar de todas las ventajas y favores de ser la favorita de la Reina. 

Las envidias que levantó esta relación contribuyeron a la impopularidad de ambas, pero hizo especialmente mella en ya la dañada imagen de la María Antonieta. Se esparcieron rumores del gasto desmedido de las dos amigas en fiestas, vestidos y frivolidades, si bien los historiadores han concluido que los gastos de la Duquesa de Polignac estaban muy por debajo de los de otros cortesanos que fueron menos vilipendiados por derrochar dinero. 

¿Fría y manipuladora?

Otros historiadores apuntan, sin embargo, que bajo la aparencia dulce, vivaracha y amable de la Duquesa de Polignac se escondía una mujer calculadora y ávara que manipuló a la Reina para conseguir pensiones, propiedades, títulos y favores para mejorar su condición. 

Exilio y muerte

Tras la Toma de la Bastilla en julio de 1789, la Duquesa de Polignac se exilió junto a su familia a Suiza y siguió manteniendo correspondencia con la Reina. Gracias a estos registros se sabe que tuvo una vida nómada, viajando por las distintas capitales de Europa. 

La duquesa había desarrollado una enfermedad terminal durante su estancia en Suiza, si bien había estado sufriendo problemas de salud desde hacía varios años, muriendo en diciembre de 1793, poco después de tener conocimiento de la ejecución de María Antonieta. Su familia simplemente anunció que la duquesa había muerto como resultado del sufrimiento por la muerte de la reina, si bien la mayor parte de los historiadores han llegado a la conclusión de que Gabrielle murió de cáncer, contradiciendo los informes realistas que sugerían la tuberculosis como alternativa. No se realizaron menciones específicas sobre la enfermedad de la duquesa en ninguno de los panfletos alegóricos los cuales mostraban al ángel de la muerte descendiendo para llevarse consigo el alma de Gabrielle, cuya belleza y muerte temprana fueron vistas como una metamorfosis de la caída del antiguo régimen.

Representación en el cine

Interpretada por Rose Byrne en el filme de 2006 Marie Antoinnette, de Sofía Coppola y representada en numerosas series y películas centradas en el período de la Revolución Francesa, la Duquesa de Polignac es representada como una mujer joven, alegre, extrovertida y carismática que aliviaba a la Reina de las presiones y protocolos exigidos en la corte y le brindó compañía y felicidad con su vívida personalidad. 

Pañuelo de seda

Nuestro particular homenaje 

El pañuelo Duquesa de Polignac tiene de base un dulce amarillo pastel que potencia el brillo de la seda twill y aporta luz a la cara. Decorado con plumas en tonos violeta, rosas amarillas, perlas, frutas y lazos, nuestro pañuelo es un homenaje a la juventud, la belleza, la femeinada y la elegancia, con notas divertidas y festivas.

Un canto a la amistad entre dos mujeres y a la alegría de vivir. 

 

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